jueves, 23 de mayo de 2013

Galería de Mimos I




Detalle de uno de mis Mimos


Una vez tropecé con un vídeo de Marcel Marceau
Había escuchado a menudo su nombre, pero nada más. 
Me hipnotizó al instante. El rey de los mimos te atrapa sin palabras y sin enchufes; se basta con su cuerpo y te lo da todo, de dentro hacia afuera. 

Tras la experiencia "Marceau", dediqué unas semanas (en 2010?) a dibujar y a pintar cabezas de mimos. 

Los mismos colores en la paleta, el mismo agua o la misma trementina, las mismas brochas, el mismo mes... y el pozo que en mi memoria había dejado la modernidad eterna del Maestro Marceau

Les muestro en esta entrada y en la siguiente el fruto de aquellos días:



Mimo a la pluma con unas gotas de collage tibio




Cuarteto de Mimos, que a falta de palabras...



Mimo Viejo, para Marcel

Para cerrar esta primera parte dedicada a mis mimos, un ejemplo de su intrusión en mi más reciente serie: Fricciones:





Continuará.









4 comentarios:

  1. Ese rincón tan intimo es donde plasmas tus rompeduras de cabeza, me gusta, muy bueno.

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  2. Pues sí, el blog se está convirtiendo en un diario público que construyo poco a poco como si no lo fuera a ver nadie. Espero que algún día blogger no me pierda todo esto; es que se van convirtiendo en pedazos de vida. Bueno, aquí estoy. Gracias por la visita, amigo Juan.

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  3. Curioso lo que desencadenan determinadas personas cuyo legado no parece apagarse. Me gusta que, a pesar de conseguir obras muy libres, el espíritu de Marceau impregne todos los trabajos. De un modo u otro es perfectamente reconocible en todas las imágenes. Además llama la atención el uso del color que hay, tan alejado de la monocromía que solemos asociar a los mimos. Diagnóstico: padece usted un caso de pantomima contagiada ¡Enhorabuena!

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    1. Claro, aunque no son retratos de Marcel, el detonante es él, y al pintar sin referencia, sin modelo, te sientes más libre, aunque estés atrapado en el fondo por su... por su espíritu. Gracias por la visita, Cristina, artista!

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