sábado, 17 de agosto de 2013

Yo pinto, el tiempo pasa


Me gusta el verano para pintar, y no lo digo por la luz, no.
En verano, el tiempo parece estancado, la gente se va y los calores estiran el tiempo. 
Es el premio para los que se quedan: cachitos de eternidad, sí, de eternidad, eternidad...  

Flotando así, en bochornos de eternidad, con estos pelos, en calzoncillos, la nariz pringada de bermellón, me tropecé, rebuscando espacio para mis telas y bastidores, con este cuadro que hice hace 7 años:


Pasado sobre presente.

Enseguida recordé aquella serie negra, crítica. 
Esta pintura está sembrada de titulares cínicos sobre economía y guerra, nosotros los buenos  y ellos, los dueños de nuestro gas, de nuestro petróleo, seres inferiores que sin duda merecen nuestras bombas inteligentes. ¡¡Corre, corre!!

Detrás, los ojos alucinados de una gran cabeza en la que estoy metido ahora, en este agosto, en mi burbuja egoísta, ajena que no ignorante a las matanzas, golazos, niveas de playa, estafas, pollo frito o bárcenas de mierda. ¡Qué placer! 









No hay comentarios:

Publicar un comentario