Me interesa el proceso tanto como el resultado, y eso que el resultado es visible para todos y el procedimiento para casi nadie. De hecho, si encontrara el pincel mágico que me pintara los cuadros bien aseaditos y terminados me dedicaría, creo, a la jardinería o al bádminton. Así que ya saben qué es lo que no deben regalarme los que me quieren bien.
Un instante eterno y siniestro...
ResponderEliminarHola Héctor! El zaguán palimpsesto, ha acabado por llamarse esta pieza.
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