domingo, 8 de diciembre de 2013

El fingido susto de la más alta de los secundarios


Quería ser una estrella de la Fox, como Theda Bara. Tan mona, se creía capaz de todo en un mundo donde una bonita cara era la clave para cualquier logro. 
A los siete y a los diez le pellizcaban los cachetes, mientras cantaban derretidos, ¡qué rica, qué monada, una niña preciosa!


Quería ser Lillian, su cara redonda como debe ser.

Pero pronto su cuerpo estiró como un chicle, dilató desmesuradamente. A los catorce ya superaba los cánones permitidos, rompió el molde. 
¿Su rostro? Un enooorme pan crudo. 


El Fingido Susto de la más Alta de los Secundarios.
Silent-es

Y lo sabía: los primeros papeles son para las bajitas de ojos grandes y cara redonda.  
No, sus 180 centímetros no sombrearán al galán de turno.
¡Adiós Rodolfo, adiós...!

Pero perseveró, y ahí está, inconmensurable de secundaria, contrayéndose en susto como nadie frente al villano, el terrible y audaz Fantomas.



Ojos grandes, villanos, sustos y bigotes en punta.

¿O altera su cara monumental ante el Doctor Mabuse?

Tanto da, ¡estás enorme!, dicho sin segundas...


                                                                                                                                                                              LezcanoJaén



                                                                                                                                                                            

4 comentarios:

  1. Theda fue una rutilante estrella, pero muy excesiva para mi gusto, una Lady Gaga silente construida para el éxito. Lillian sin embargo fue actriz (y directora), una trabajadora rigurosa que supo sobrevivir al temible sonoro (y a muchas cosas más en sus casi 100 años de vida) para regalarnos papeles como el de la "La noche del cazador". Así que me quedo con Lillian de lejos, aunque tus cuadros de Theda me tengan embobada ;)
    ¡Viva Lillian!

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    1. La verdad es que esta entrada me ha quedado demasiado ligera. Incluso al elegir la cara de Lillian para mostrar el prototipo de belleza aniñada del cine de la época no he estado afortunado, fue en efecto, un pedazo de mujer, con mucho talento y profesionalidad, a pesar de su carita y de esas poses tan cursis de sus comienzos. Recuerdo por ejemplo, la película muda El Viento, donde hizo mucho más que actuar. ¡Viva Lillian! Y también Theda, aunque por diferentes razones.

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    2. Pues bendita ligereza con la que está cayendo... En Silent-es nos asomas a un universo personal en el que los protagonistas de tus cuadros interactúan más allá de los datos, de a quién representen, de la historia misma del cine. Allí todo es posible: mezclar a Gish con Mabuse, Valentino o Fantomas... ¡hasta intuyo alguna bofetada imaginaria de una Theda Bara celosa a la pobre Lillian, por atreverse a robarle algo de protagonismo!

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  2. Tú como creadora sabes que el "trabajo" lo dejamos a medias para que el espectador lo termine, cada cual según su forma de ser, su bagaje, su experiencia. Estoy encantado en cómo haces tu parte, así da gusto... Gracias!

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