martes, 7 de octubre de 2014

113 Fragmentos de una Cronología del Azar



Tomando prestado el título del enorme Michael Haneke en su 71 Fragmentos de una Cronología del Azar, les presento este breve y sencillo vídeo que condensa el proceso creativo de estos primeros 9 primeros meses de 2014; un desmadre caótico y majadero en 113 momentos, bajo el piano que tan a menudo suena en mi estudio, el de Duke el Grande y su Kinda Dukish.


Vean, vean...


  
                         


¡Seguimos!



                                                                                                                     pedrolezcanojaén










4 comentarios:

  1. ¿Qué trama del más acá se trae el sujeto del huevo? Bueno, no me lo digas, para mí va a ser siempre Kichi san... :P

    ResponderEliminar
  2. No es Kichi San. Al menos que yo sepa, porque no sé quien es Kichi San. Aunque eso no significa nada; ya sabes tú las libertades que se toman estas criaturas una vez seca la pintura. Si te dijera que he "cometido" todo esto sin pensar en nada, ¿me creerías? Por cierto, Cristina, ¿quién es Kichi San? Ni google es capaz de decírmelo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Sin pensar en nada? No te creo, algo pensarías, aunque no lo sepas aún. Pues Kichi San es el protagonista masculino de la escandalosa "El imperio de los sentidos" (Nagisa Oshima, 1976). Hay una escena en la que la pareja protagonista "juega" con un huevo cocido y al ver tu cuadro, no pude evitar relacionar ambas situaciones. El pobre no tuvo mucha fortuna junto a su amante, la fogosa Sada. Por cierto, que su escabrosa historia se basa en un suceso real de la crónica negra japonesa de los años 30. No cuento más por si la ves, que tampoco es plan...

      Eliminar
  3. ¡¡Tremenda nuestra memoria inconsciente!! Esa película la vi de adolescente (la pusieron en TVE en los ochenta) y la tenía totalmente olvidada. ¡Pero no del todo! Tú me acabas de descubrir quizá el origen de alguno de mis desmadres en estas tramas. Recuerdo muchas escenas fuertes, y el final aún me duele entre las piernas. Gracias Cristina!

    ResponderEliminar