domingo, 25 de noviembre de 2012

Pintar, que no es poco



Guarro, que ya es mucho.


Desde que Marcel Duchamp tuvo la ocurrencia de descontextualizar un urinario, ya todo es susceptible de considerarse arte. Eso es bueno, sin duda. 


Rico, rico...

Pero, si concluimos que todo puede ser arte, la pintura, digo, también podría serlo, aunque resulte extravagante afirmarlo.


"En el lugar de cualquier otro" Mixta sobre tela, 120x100cms

Yo pinto, ofrezco telas, cartones o maderas que acogerán formas, líneas, colores, texturas... También conceptos y emociones. ¿Sigue en vigor el placer estético?

"Cantor de Tango"

Mi causa, el ser humano. Él, y su rastro. 
No me detengo en lo natural o en lo sublime, ni en lo precioso. 
Las dunas, el mar y los atardeceres son para vivirlos y sentirlos allí, en la arena, a las 19.


Fragmento de "Su de ella"


Intento –casi nunca lo consigo- reflejar lo que no se puede decir ni escribir. Ni fotografiar, ni filmar. Hago lo que puedo y tanto da si es poco, pues seguiré escarbando en el corazón de este viejo oficio, en busca de, en busca de… 

"Silencio"

Alguien preguntó a Woody Allen cómo combatía el miedo a la muerte: "Cestitas, cestitas, cestitas...", respondió. 
Pues eso, trabajo, trabajo, trabajo...


Foto: Leif Firnhaber


LezcanoJaén


domingo, 18 de noviembre de 2012

Autorretrato en Baco

Baco Merisi I y II, de la serie Fricciones



 En el año 1571, acaso en un pueblo que ya cedió su nombre al pintor, Caravaggio, nació Michelangelo Merisi, el artista que no quería pintar madonnas.

Genial, callejero, apasionado, carilindo, vividor, pendenciero, homosexual convencido, vivió y se expresó como quiso y fue odiado y envidiado por ello. Su obra, sensual y descarada, fue tapada o violada con firmas ajenas durante tres siglos.




Baco, de Michelangelo Merisi Da Caravaggio, 1598, 98x85 cms.



En 1598, el Cardenal del Monte le encargó una pintura como regalo de boda para el recatado Cosme II, abstemio y beato como él solo. 
Michelangelo aprovechó la ocasión y se retrató a sí mismo de Baco, el Dios del vino. Semidesnudo, con mirada insinuante, ebrio y espléndidamente afeminado, nos ofrece un brindis junto a un bodegón de frutas en estado de putrefacción. 

Este cuadro, como muchos de su autor, pronto desapareció y se dio por perdido. Nadie sabía ya de su existencia. ¡Hasta 1916!



Baco Merisi III, de la serie Fricciones


Queda mi afecto y mi recreo, maestro Michelangelo. 
Te dejo una muestra de mis recreaciones de este icono universal tuyo, y que he incluido en mis "Fricciones".

En el año 1610, en la playa de Porto Ércole, apareció muerto Michelangelo, el artista que prefirió pintar mancebos hermosos, pícaros.


LezcanoJaén