No he sido nunca hombre de caballos, ni mujer. De caballos.
Tampoco este dibujo que empiezo terminará en caballo.
Ni en caballa.
La cabeza que le falta, y el pie, le robarán parte de lo que de caballo tiene, ganando en similar medida, lo que de caballero tendrá.
Sí.
¿Lo ven? El Aprendieron después a volar acabó de esta florida manera y aunque no lo parezca, se trata de un retrato. Un retrato libre y un fragmento crucial en la biografía de Lluis, al que hace referencia este enigmático título:
Aprendieron despúes a volar. Retrato de Lluis Serra. 120x160 cms. |
pedrolezcanojaén
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